
No es casual que la película se llame Babel. Hay una relación entre las cuatro historias que aparecen en ella y esta torre bíblica que pretendía llegar al cielo. Los que levantaron a Babel querían comunicarse con Dios, pero finalmente ni siquiera se entendieron entre ellos y la torre se cayó. En la película del director Alejandro González Iñárritu, la incomunicación también es lo que une y envuelve todo.
La dupla de Iñárritu y el guionista Guillermo Arriaga nuevamente usó la formula de relacionar historias, aparentemente lejanas, mediante un acontecimiento fortuito (ya habían hecho lo mismo en Amores Perros y 21 Gramos). No sé si la idea del par es hacer esa su marca o si es falta de originalidad, pero la verdad es que no deja de ser un buen recurso: en este caso les permitió contraponer realidades distintas pero que se unían no sólo mediante el accidente, sino que también en su aislamiento, elemento común en todas.
Un rifle regalado por un cazador japonés a su guía marroquí en el desierto, desencadena la serie de eventos que transcurren durante los 142 minutos que dura la película. Estos eventos no son contados de manera lineal, sino que a través de regresiones y adelantos en el tiempo. Para juntar los pedazos y ver la imagen total, se requiere de una posición activa del público, lo que cambia la manera tradicional de ver cine haciéndolo más interactivo. De hecho, la construcción no se acaba con el fin de la película, ya que las interrogantes sobre lo que pasó permanecen: ¿qué pasó con la nana? ¿pudo realmente reconciliarse la pareja? ¿por qué se mató la mamá de la japonesa? etc. Así, el espectador es un coautor de la obra (igual que en este blog...).
Los cortes en la trama generan suspenso en el público, gracias a los asuntos pendientes que quedan hasta el final. Cuando uno piensa que una de las historias se está por resolver, la cortan para seguir con otra. En relación a esto, es un mérito de los realizadores haber podido hacer buenas transiciones ya que, aunque en esencia estuviera toda cortada, la película fluía de manera prolija.
Aunque se puede analizar desde varios ángulos (prejuicio social, fatalidad del destino y otros), como mencioné antes, a mí me impactó más el factor de la soledad tan presente en todas las historias. Quizás el caso de la adolescente de Tokio es el más gráfico en este senti
do. Ella es una sordo muda en una ciudad que parece respirar ruido. Además de estar aislada de esta manera evidente, también lo está debido a sus relaciones que son superficiales (con su amiga) y defectuosas (con su padre). El uso de la droga para enajenarse y su burda aproximación a los hombres confirman la profunda soledad de esta niña.
do. Ella es una sordo muda en una ciudad que parece respirar ruido. Además de estar aislada de esta manera evidente, también lo está debido a sus relaciones que son superficiales (con su amiga) y defectuosas (con su padre). El uso de la droga para enajenarse y su burda aproximación a los hombres confirman la profunda soledad de esta niña.La nana mejicana trabaja y vive de manera ilegal en EEUU. Está sola en un país ajeno, cuidando a niños que no son los suyos. Incluso fue abandonada por su sobrino (Gael García Bernal) en el desierto, lo que fue relatado con una de las mejores escenas de la película: la pobre señora con las pantys corridas y vestido de fiesta, arrastrando sus zapatos rotos y transpirando bajo el sol del desierto.
La pareja interpretada por Cate Blanchet y Brad Pitt está viviendo una crisis en su matrimonio que intentan arreglar viajando a un lugar tan lejano como Marruecos. Como la nana, también sufren el abandono e incomprensión de sus compatriotas cuando los turistas en el bus los abandonan y en las eternas gestiones con al embajada.
Los hermanos marroquíes, además de estar físicamente aislados al vivir en una aldea de muy pocas personas en el desierto, vivieron un momento de intensa soledad emocional al darse cuenta de que habían provocado un accidente. No podían hablar con nadie y entre ellos, en vez de generarse compañerismo, fue resentimiento lo que surgió, hasta que uno de los dos delató al otro.
Entonces esta película habla de la soledad y el aislamiento que está presente en todas partes de este mundo, a pesar de la globalización y los avances en comunicaciones, y nos cuenta de ello a través de una manera irónicamente interactiva.

